¡Mambo, qué rico mambo! Cien años de Pérez Prado

Introducción
Pável Granados

El mambo, ¿música mexicana? Claramente: creado a fines de los años 40 en México por el cubano de Matanzas, nacionalizado mexicano, Dámaso Pérez Prado, que además lo ejecutó siempre con músicos mexicanos (su orquesta sólo contaba con dos cubanos), es parte esencial de una época del cine nacional; lo interpretaron cantantes de nuestro país como María Victoria, las hermanas Montoya, Fernando Fernández, María Luisa Landín y Tony Camargo. Y sobre todo, se inspiró en México: en la Universidad y el Politécnico, en el mercado de la Merced y los taxistas. No por nada el mambo ha quedado en la historia como la música típica de la capital del país.

Pérez Prado consumó un largo proceso que tuvo muchos precursores: el de unir la música cubana con la estadounidense, quitar de una vez las cuerdas y darle la voz a los metales de manera estruendosa con las trompetas y los saxofones.

Era tan estricto como director que sólo los mejores músicos soportaban el trabajo en su orquesta. Cuando daba indicaciones a sus músicos, Pérez Prado daba un grito enigmático pero muy reconocible: “¡Dilo!”, que servía para que los instrumentos dieran su solo.

Se llegó a afirmar, falsamente, que Pérez Prado había sido exiliado de México por haber realizado un arreglo en mambo del Himno Nacional. Sin embargo, dicho rumor, le sirvió para hacerse popular en los Estados Unidos, en donde lanzó éxitos como Cerezo rosa, que estuvo un año en las listas de popularidad. Más adelante, en 1960, Federico Fellini incluyó el mambo Patricia en su cinta La dolce vita, Igor Stravinsky hizo su elogio y Pérez Prado tocó especialmente para el emperador Hiroito de Japón. Así mismo, dentro del jazz, fue consagrado cuando Stan Kenton grabó mambo con su orquesta; lo bailaron Tongolele, Joaquín Pardavé, Tin Tan, Brigitte Bardot, Silvana Mangano y Ninón Sevilla y lo cantaron Sofía Loren y Toña la Negra entre muchos otros; lo elogió Gabriel García Márquez, y hoy, la Fonoteca Nacional lo presenta con una selección de lo mejor de su obra.