Canto Rodado comprende la investigación de campo llevada por Leonel Vásquez a lo largo de múltiples ríos y paisajes de agua intervenidos antropogénicamente en Colombia. Cada pieza explora poéticamente las dinámicas del sonido y el silencio, amplificando las sonoridades que el agua ha tallado sobre la superficie de las rocas recogidas por el artista, y configurando un paisaje sonoro donde lo audible surge de interacciones entre materiales procedentes del terreno. El artista ha desarrollado una práctica experimental de lutería, haciendo uso de elementos naturales para devolver su voz al río.
Vásquez explora las dinámicas del sonido y el silencio como trazos de eventos pasados, efectos de fenómenos naturales, y testigos de historias encubiertas. Canto Rodado evoca el sonido del discurrir de las aguas por diferentes paisajes y formaciones geológicas. Inicia en su nacimiento en la cima de la montaña, fluye a través de bosques y debe soportar la contaminación, la guerra y la mintería ilegal en su camino hacia el mar.