Canto rodado de Leonel Vásquez

El sonido del paisaje guarda como el aliento a la respiración, la expresión sensible de un territorio natural y cultural, viviente y en resistencia. En Colombia, entornos expresivamente sonoros y silentes:  mares ruidosos por la explotación de hidrocarburos, ríos secos por los proyectos mineros e hidroeléctricos, lluvias abundantes y escasas, comunidades alzando su voz ante la crisis de los paisajes de agua, nos advierten que hoy la escucha es ante todo un acto político. Transformar nuestra relación antropocéntrica con el agua, los ríos y sus rocas implica recordar que en un principio fuimos acuáticos, sumergirnos en su naturaleza sonora vibrátil, buscar una nueva métrica biológica y social, que nos permita el reencuentro y haga de la subsistencia humana algo posible.

 

“En mi pueblo hay una piedra grande / se llama Tum ab’aj (…) ellos (los viejos) se detienen, / le queman copal, incienso, / canela y miel. / Cuando llueve, la piedra suena: tum, tum, tum, tum…”.

“ Piedras: Altares de los abuelos, / —escuchas eternos, / duras en su silencio, / durísimas en sus respuestas”.

(Humberto Ak'abal)

 

El proyecto permite producir un acontecimiento memorable de lo insignificante que puede resultar el pasado y la historia de un pedazo del río, recordar un paisaje natural como un acto de resistencia, porque un río sin memoria es un río de nadie y así es como los hemos tratado, eso es lo que vemos, olemos y sentimos de los ríos que nos rodean.

 

En “canto rodado” escuchar y hacer sonar las piedras de estos ríos transformados antrópicamente, es permitir que vuelva el ser del río a las piedras a través del sonido, desde la reproducción del registro en la  piel labrada en miles de años de fuerzas hidrogeológicas, evento que nos recuerda su modo de hacer sobre las montañas rocosas, lechos sembrados de sustancias minerales, pero también sobre lo humano. La consistencia de la materia está en un estado cambiante, lo duro y lo blando como dice Giuseppe Penone, es una cuestión de tiempo, “la piedra misma es fluida: una montaña se desintegra se convierte en arena.” la corta duración de nuestra existencia no nos permite presenciar la fluidez de las rocas. 

Canto Rodado permite atravesar el cristal del tiempo, reflejar y contrastar con sonidos los ciclos de las rocas, del agua y el tiempo de humanos. La piedra estuvo antes y estará después.  el agua no desaparece se transforma, la música de estas rocas ha estado allí y permanecerá. No tendremos la misma suerte de la piedra, del agua y su música. Quizás este sea el mensaje.

Detalles

Inicia: 14 Septiembre 2023 7:00 pm
Finaliza: 30 Enero 2024 8:00 pm
Ubicación Fonoteca Nacional de México